Surgimiento
Sofista
Hubo dos
motivos importantes para que los filósofos griegos se desplazaran del problema
cosmogónico y se enfocara al análisis antropológico: las guerras persas y los
cambios dentro de los sistemas políticos de las ciudades estados griega. La
apertura democrática que se dio en esas urbes generó que las masas populares y
cada individuo se sintiera parte de la política, teniendo la posibilidad,
aunque lejana de llegar al poder. Esta situación provocó que el ciudadano se
preocupara por el bien social. Además “la creciente importancia que cobran los
tribunales y asambleas populares, estos sitios eran núcleos de propaganda de
las leyes cívicas y morales, que necesitaban pensadores capaces de interpretar
y fundamentar los requerimientos sociales. El ciudadano que pretendía impactar
a la sociedad griega, tenía que ser audaz e impresionar por medio de diálogos
retóricos y ademanes vistosos, de este modo se empieza a dar el florecimiento
del arte de la palabra; aún en contra de las ideas filosóficas tradicionales
como las de Aristófanes en sus comedias, de nuevos individuos dentro de la sociedad
y a la par, líderes que satisficieran las demandas y fundamentaran la idea del
individuo a través de doctrinas, los maestros sofistas, si se les puede decir
así, adquirieron el carácter de líderes en las clases populares.
Estos líderes
se denominaron sofistas, que su traducción literal es “maestro de arte, o proveniente del verbo “instruir”. La palabra
“sofista” no significaba nada importante para el idioma griego en sus inicios,
pero cuando empieza la Guerra del Peloponeso se le dio un importante
significado a esta palabra, como ya se a descrito líneas en su sentido literal
“maestro de arte o instruir”, pero ya aplica dentro de un contexto social, su
connotación era “representante de una ciencia o un arte e incluso una técnica y
también, por consiguiente, al inventor de ella”.
Entre estos
maestros de la enseñanza se encuentran: Protágoras, proveniente del norte de
Abdera, cerca de la frontera de Tracia; Gorgias, que venía de la ciudad de
Silicia. Hipas nativo de Elios, en el Peloponeso, Pródico era de Keos una
pequeña isla, Trasímaco, procedente de Calcedonia, en Asia Menor, Critias y
Antifón, que eran de Atenas; Alcidamas y Calice entre los más importantes. El
auge sofista se empieza a manifestar en la ciudad de Atenas a la mitad del
siglo V a. C. en el esplendor de Pericles. Los sofista no
conformaron un grupo o escuela, aunque tenían ciertas peculiaridades
filosóficas, que es, lo que nos a ayuda en la actualidad a agruparlos como sofistas,
“fueron más bien producto de una evolución sociopolítica que venía presionando
sobre establishment, destinado a tambalearse en sus cimientos a
raíz de la revolución democrática”. Sus influencias provenían del materialismo
de los jonios y retomaron muchas de las ideas políticas y sociales de
Demócrito, abriendo la posibilidad de que después se diera el humanismo
epicuriano. Aunque la palabra “sofista” se empezó a utilizar
en Atenas como algo despectivo, por parte de los grandes filósofos de esa
ciudad, como Aristófanes, afirmando “que llaman a todos los maestros de la
sabiduría impuestos por la moda”. Sócrates y más Platón se manifestaron en
contra de esta corriente de conocimiento, porque los sofista no enseñaban por
amor al arte, sino mas bien eran mercaderes de la educación, estableciendo
honorarios a la gente que impartían su enseñanza, que por lo
regular era gente rica, Platón el más fiero combatiente de esta corriente y tal
vez, a quien le debemos que no haya suficiente información de los sofista en la
actualidad, porque muchas de las obras escritas por los sofista fueron quemadas
por él, también cobraba por ejercer sus cátedra de filosofía.
Pero
irónicamente gracias a Platón, podemos darnos cuentas de muchas de las
incursiones de los sofistas en Atenas y cómo eran recibidos por sus discípulos,
“hay que cederle un poco la palabra para su entrada en escena, el testimonio de
Platón muestra extraordinaria notoriedad de este puñado de hombres.”